Erotismo y religión en el cine de Luis Buñuel
El erotismo sin
cristianismo es un erotismo a medias, porque sin él no hay sentimiento de
pecado. El erotismo agnóstico es una cosa fresca y natural, en cambio el
erotismo mezclado con el cristianismo crea el sentimiento del pecado... es un
conflicto... porque el sentimiento del pecado en ninguna parte está, creo, tan
desarrollado y tan actuante como en el cristianismo[1].
Él: cuchilla, hilo y aguja, útiles con los que el católico Francisco quiere coserle el sexo a Gloria |
Tiene un sentido
erótico la religión...El sentimiento del pecado en
el acto sexual, por ejemplo. En cualquier cosa relativa al sexo... Hay pecado
porque hay religión, ¿no? Sin religión no habría sentimiento del pecado, de lo
que es tabú, de lo que no lo es. Y yo he tenido siempre la idea de que el acto
sexual siempre es un poco tabú. Hay en él pecado...Pero ahora yo no peco ya en
absoluto, me da igual. Pero siempre me ha quedado ese sentimiento[2]...
“El
erotismo...está en toda la obra de Buñuel, y me parece que no hay cineasta en
el mundo, en toda la historia del cine, que tenga esa consistencia erótica a
través de toda su obra. Pero todo ese erotismo de la obra de Buñuel está en esa
relación de lo religioso, de la idea de Dios. Sin esa idea de Dios de lo religioso, no
existiría tampoco ese erotismo en toda la obra de Sade. El mezclar un acto, el
acto más sencillo de contacto físico, de relación sexual o de fetichismo, en
fin, cualquier manía sexual o en relación a lo sexual, mezclarla, hacerla más
compleja por una relación de un más allá, por una relación de la prohibición de
lo divino mezclada con esa necesidad, por ejemplo, de la blasfemia, hace al
acto erótico trascender de sí, lo hace ir más allá de lo erótico, lo
hace...estrictamente erótico en el sentido más sublime que se pueda hablar de
lo erótico. De ahí que Buñuel...deseche todo erotismo gratuito, fácil...Para
Buñuel, el erotismo tiene que tener esa relación con algo misterioso, con algo
de fuera de la relación, mezclarlo, ponerlo en relación con algo que no está al
alcance del hombre, pero que es obsesión del hombre: el misterio de la vida o
el misterio de un Dios.”[3]
Susana: Don Guadalupe excitado por la visión de Susana "frota" la escopeta |
La
religión católica es condición de goce para el perverso Buñuel, y ese goce no
es otro que el goce del pecado. Cuanto más imperativa sea la norma, cuanto más
interiorizada la tenga el infractor, más intenso será el placer obtenido de su
transgresión.[4]
Lo que no puede ni ignorar ni evitar Buñuel es
que su obra se produzca bajo el signo de una concepción católica del mundo...La
trinidad buñueliana erotismo-religión-muerte, tema constante de sus films, sólo
es concebible dentro de los límites específicos del catolicismo español...
Lo
que no puede ni ignorar ni evitar Buñuel es que su obra se produzca bajo el
signo de una concepción católica del mundo...La trinidad buñueliana
erotismo-religión-muerte, tema constante de sus films, sólo es concebible
dentro de los límites específicos del catolicismo español...Los personajes de
su...película [Viridiana] tienen la autenticidad que nunca han tenido los de
sus films mexicanos...
El
españolismo de Buñuel explica en gran medida el por qué de esa insistente
presencia de lo religioso en sus films...El cine de Buñuel es el cine de la
carne flagelada, vulnerada, y, por esa vía, se llega a la poesía del erotismo
aberrante, al masoquismo y al fetichismo...La muerte y el amor se asocian como
formas de pasión absoluta.[5]
En
ese potencial del sexo, encuentra Buñuel la raíz de la profunda aversión de la
religión católica hacia él. Lo curioso del caso es que Buñuel –que comparte con
la Iglesia católica esa profunda aversión al sexo- utilice éste como arma
arrojadiza contra ella.[6]
Simón del desierto: el diablo tienta a Simón |
[1] Max Aub: Conversaciones con Buñuel.Aguilar, 1985, Pág.121
[2] Max Aub: Conversaciones con Buñuel. Aguilar, 1985, Pág.:142
[3] Artela Lusuviaga en Max Aub: Conversaciones con Buñuel. Aguilar,
1985, Pág.:483
[4] Vicente Sánchez-Biosca: Escenas de liturgia y perversión en la obra
de Buñuel. En: Archivos de la
Filmoteca, nº 35. Pág.: 20
[5] Emilio García Riera : Historia documental del cine mexicano,
VIII. Pág.: 149
[6] Antonio Castro : Evolución y permanencia de las obsesiones en
Buñuel. En : Obsesión es Buñuel.
Pág.: 340
[7] Artela Lusuviaga en Max Aub: Conversaciones con Buñuel. Aguilar,
1985, Pág.:472
No hay ninguna <a href="https://curionautas.com/dioses-nordicos/>de que los dioses nórdicos fueron un punto central de los vikingos</a>. Siempre me ha parecido fascinante la temática de los dioses.
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