El "fantasma" de las cenizas de Buñuel

     Buñuel murió en la madrugada del 29 de julio de 1983 en Ciudad de México. Como consecuencia del cáncer que padecía, tuvo una insuficiencia cardíaca, renal y hepática que acabó con la vida del realizador.
     Al final de sus memorias (Mi último suspiro) escribió:
"Al aproximarse mi último suspiro, imagino con frecuencia una última broma. Hago llamar a aquellos de mis viejos amigos que son ateos convencidos como yo. Entristecidos, se colocan alrededor de mi lecho. Llega entonces un sacerdote al que yo he mandado llamar. Con gran escándalo de mis amigos, me confieso, pido la absolución de todos mis pecados y recibo la Extremaunción. Después de lo cual, me vuelvo de lado y muero.
     Pero, ¿Se tendrán fuerzas para bromear en ese momento?"
     Buñuel no estuvo para bromas en ese momento, pero lo ocurrido con sus cenizas sí parece una broma póstuma del realizador.
     A petición de Buñuel, no hubo ceremonia de despedida, Al día siguiente se produjo la incineración en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas. A la cremación asistieron los familiares directos y unos pocos amigos: Octavio Paz, Santiago Genovés, Luis Alcoriza y Julián Pablo Fernández.
     Jeanne Rucar, la esposa de Buñuel, no quiso revelar el destino de sus cenizas y así continuó hasta su muerte en 1994. Sobre el paradero de éstas hay diversas teorías: la de Jean-Claude Carrière, que decía que sus cenizas estaban esparcidas en el desierto de los Leones, un bosque en las afueras del Distrito Federal y por donde a Buñuel le gustaba pasear. La de José de la Colina, amigo del realizador, que dice que se las llevó a un lugar que ha mantenido en secreto. Etc.
     Pero las dos más importantes son dos:
  • Julián Pablo Fernández, sacerdote dominico y amigo de Buñuel, que compartió muchos ratos de sus últimos años y con quién solía pasear y discutir entre otras cosas de temas religiosos, dice que las cenizas fueron entregadas a  su hijo Rafael y éste se las dio a él, y reposan en una capilla en las instalaciones del Centro Universitario Cultural, la casa de los curas dominicos. Esta teoría está apoyada por diferentes personas, entre ellas, Ambrose Eichenberger, funcionario del Vaticano y Silvia Pinal. Según esta teoría el recorrido de las cenizas fue breve:
          Rafael Buñuel---Julián Pablo---Capilla
  • Los hijos de Buñuel, Rafael recoge las cenizas, y posteriormente se las entrega a Julián Pablo por un período de dos o tres años, hasta que la viuda de Buñuel, se las solicita. A raíz de un viaje que Rafael hizo a México, su madre se las dio para que se las llevara a Los Ángeles, transportándolas en una caja de cartón para evitar problemas con la aduana. Allí las tuvo hasta 1997, en que fueron traídas en la misma caja de cartón con destino a Calanda. Los dos hermanos, junto Pedro Christian García-Buñuel, las esparcieron por el monte Tolocha, a cuatro km de Calanda. En pocas palabras, según esta teoría las cenizas siguieron este recorrido:
          Rafael Buñuel---Julián Pablo---Jean Rucar (la viuda)---Rafael Buñuel---Monte Tolocha (Calanda)

     Todo este interés por conocer durante todos estos años el destino de las cenizas viene a cuento porque Buñuel era un conocido ateo y anticlerical. Los hijos de Buñuel, para preservar la "imagen" de su padre entre los "buñelianos"  y negar la veracidad de las declaraciones del dominico Julián Pablo enviaron una carta firmada al periódico El Mundo para desmentir lo dicho por el sacerdote y asegurar que las cenizas estaban en el monte Tolocha.
    Buñuel escribió en el último párrafo de sus memorias: "Me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años, llegarme a un quiosco y comprar varios periódicos (...) regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir, satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba." Buñuel no ha salido de la tumba, pero esté donde esté tiene que estar "muriéndose" de risa al ver lo que ocurre con el "fantasma" de sus cenizas.
     Lo de "fantasma" no va solamente por el hecho de que no se sepa dónde están las cenizas, sino que también tiene que ver con su película El fantasma de la libertad. Igual que en su penúltimo film las distintas secuencias están unidas por un "testigo-personaje", aquí el testigo son las cenizas que se las van pasando de una persona o lugar a otro.
     Aunque tras la presentación del documento escrito, la teoría de los hijos de Buñuel parece la más versosimil, no pongo la mano en el fuego porque este tema esté ya resuelto. No creo que ni Julián Pablo, ni los hijos de Buñuel "mientan", lo cual indicaría que hay dos cajas con cenizas. ¿Una es verdadera y otra falsa? Parece ser, que una vez la viuda de Buñuel dijo: "Julián cree que tiene las cenizas, pero no es así? En este caso ¿Qué contiene la otra caja? ¿Quién se la pegó a quién? Cómo debe estar disfrutando Buñuel.

         

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